¿QUÉ ES LA COMPOSICIÓN EN DISEÑO
GRÁFICO?
Una de las partes más importantes
y decisivas a la hora de crear un nuevo proyecto de diseño gráfico es el
estudio de la composición.
Esto es, la disposición de los
distintos elementos dentro del espacio visual de manera equilibrada y ordenada,
con el fin de transmitir un mensaje al público objetivo. El éxito de un
proyecto gráfico reside fundamentalmente en una composición perfecta que sea
capaz de transmitir una idea de manera sencilla y directa.
Hay que tener claro desde un
primer momento qué elementos vamos a incluir, y de qué manera vamos a
combinarlos para crear una estructura compositiva armónica. Dentro de la
composición entran en juego aspectos como el tamaño, las texturas, colores,
pesos… Cada uno de ellos debe estar en concordancia y dispuestos de manera
equilibrada.
JUGAR CON LOS ELEMENTOS DEL
DISEÑO GRÁFICO
Crear una composición, al fin y
al cabo, es jugar con los elementos. Podremos conseguir diferentes resultados y
efectos según el peso, el lugar de disposición, etc., que les demos dentro del
espacio. Aunque no existan normas estrictas para una buena composición, hay
ciertas directrices generalmente aceptadas por los profesionales.
Los elementos dispuestos a la
derecha o en el margen inferior tienen mayor fuerza visual, mientras que los
situados a la izquierda y/o en la parte superior dan una sensación más liviana.
Las formas angulares y alargadas
amplían el campo de visión y proporcionan un efecto de magnificencia, mientras
que las cortas transmiten humildad.
Las formas más sencillas y
regulares son más fáciles de recordar y de asimilar, así como las simétricas,
ya que ayudan a cumplir con la armonía y la perfección que tanto buscamos.
Las imágenes más grandes
simbolizan la fortaleza, mientras que las pequeñas producen un efecto de
debilidad o de delicadeza.
Los colores más vivos tienen más
presencia y un mayor efecto visual que los colores pastel, pálidos, y tenues.
Uno de los aspectos más
importantes que hay que tener en cuenta es la escala, ya que define el tamaño
de los elementos y su relación con el resto, sobre todo si tratamos con objetos
reconocibles o figuras humanas.
LA IMPORTANCIA DEL CONJUNTO
Cada uno de los elementos de una
composición tienen importancia propia, pero de nada vale estudiar cada uno por
separado si luego en conjunto no transmiten nada, o la composición resulta
vacía, descompensada, o fría.
Es por ello que el verdadero
trabajo no reside tanto en aplicar las “normas” anteriores, sino en tenerlas en
cuenta a la hora de jugar con los diferentes elementos dentro del plano. Al fin
y al cabo, lo importante es crear una imagen que llame la atención del
espectador, que sea comprensible y que cumpla con su función principal, que es
transmitir con éxito un mensaje previamente acordado. Si conseguimos una
armonía entre todos los elementos, un equilibrio perfecto que aúne todo,
estaremos más cerca de conseguir nuestro objetivo.
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